Ahora que ya casi están sobre nosotros los 4 “días fríos” que nos tocan en el calendario, el cuerpo comienza a preguntarse cuales bebidas ayudarán a procesar la temperatura, mientras la mente busca fecha para desempolvar abrigos y bufandas no del todo necesarios.
El té viene a la mente aunque se trate de una bebida que se adapta a todas las estaciones. Sin embargo, no solemos pensar que el té y el alcohol tengan una relación tan estrecha… pero tal vez deberíamos. Los bartenders llevan ya un tiempo experimentando con el té en cócteles, aprovechando los sabores profundos y diversos de todo tipo de tés, así como sus cualidades refrescantes, la cafeína y los beneficios para la salud.
La mayoría de las bebidas espirituosas tienen sabores bastante distintivos y suele ocurrir lo mismo con los tés. Por ello, mezclarlos al azar puede ser un desperdicio. Existen sin embargo combinaciones “probadas” entre ambos que siempre parecen funcionar bien.
Para estas mezclas puede ser relevante el método de preparación y la temperatura del té a emplear en el cóctel. Para mí todo parte del ambiente y su temperatura, de mi estado de ánimo y de si deseo calentarme o refrescarme. En cada caso ello implica un tipo de té, un maridaje con un espirituoso y una manera de preparar. Para cócteles calientes prefiero hacer el té en el momento, usando agua a aproximadamente 90 °C. Para cócteles fríos prefiero un poco más de planificación: tomo una botella translúcida, coloco en ella agua hervida y las hojas o bolsas de té y lo dejo todo expuesto al sol durante 5 horas. Luego cuelo o desecho las bolsas y enfrío el té resultante en el refrigerador.
Acá te van entonces algunos de esos “matrimonios establecidos” entre té y espirituosos:
Té negro y ron oscuro
El té negro, el más famoso de los desayunos ingleses, es un gran maridaje con el ron. La dulzura natural acaramelada del ron combina bien con el sabor terroso y amargo del té negro. Es una combinación tan complementaria que ya hay algunos cócteles establecidos que combinan los dos. El Fish House Punch, con té negro, coñac, ron oscuro y brandy de melocotón, es una bebida particularmente alcohólica. Un cóctel más simple es el Planter's Punch, que a menudo incluye té negro en lugar de agua, combinado con ron oscuro y un poco de jugo de limón y almíbar simple. A esta fórmula yo le añadiría hierbas para acercarlo a nuestro Mojito, descubre más en la próxima sección.
Té verde y whisky
El whisky japonés, el whisky irlandés y el whiskey americano son usualmente mezclados con té verde. Es una verdadera pena desechar de esa manera los enormes beneficios que el té verde aporta a la salud, pero a decir verdad su sabor vegetal y herbáceo aporta mucho a un buen whisky. El resultado final suele ser un trago fresco y con notas cítricas. Si estás tratando de experimentar con esta combinación, un buen lugar para empezar es un Highball, en el que mezclar whisky japonés, té verde y agua gaseada con un toque muy ligero de limón.
Té de manzanilla y ginebra
La nota principal en los sabores tanto del té de manzanilla como de muchas ginebras es floral y herbácea. Ello convierte a ambos compuestos en una mezcla con todo el potencial para ser perfecta. Las notas de la manzanilla realzan la complejidad botánica de las ginebras florales y herbáceas, y también suavizan cualquier acidez. Te sugerimos una mezcla tan sencilla que puedes hacer en una jarra con hielo: té de manzanilla, ginebra, jugo de limón y miel.
Té blanco y vodka
El té blanco es uno de los tés más delicados y refrescantes. Es conocido por sus suaves notas de miel y sabores muy leves a albaricoque, melocotón, avena, heno y flores. Puedes combinarlo con una ginebra floral muy sutil o incluso con ron blanco, pero corren el riesgo de opacar el sabor. La neutralidad y la limpieza del buen vodka llevará a una combinación entre la frescura suave del té finalizada con el fuerte golpe del espirituoso. Infusionar el vodka con el té blanco es una opción (puedes simplemente dejar las hojas de té o las bolsitas de té con vodka durante unas horas y luego colarlo). De esta manera, puedes preparar un simple Martini de Vodka con té blanco, tal vez combinándolo con algunos ingredientes aromáticos como licor Saint Germain y flores comestibles.