Un célebre comediante dijo una vez aquello de que "nadie es infeliz mientras se come una hamburguesa". Según él, se puede serlo antes o después, pero nunca durante el acto de degustar una de esas deliciosas mezclas de carne molida y especias. Y como es firme nuestro compromiso con la dispersión de la felicidad a escala global, acá te va, lector, una lista corta de lugares en donde hincarle el diente a este entrepán divino:
La nota: Todo atmósfera y decoración, desde el picaporte de la puerta hasta la trastienda. Street Burger procura elevar el acto de consumir comida callejera a una experiencia más elaborada.
Lo bueno: El maridaje con cocteles.
Lo malo: Solo usan pollo y cerdo como carnes base para las hamburguesas.
Lo recomendado: La Street Burger doble de cerdo.
La nota: Una propuesta muy moderna de comida ligera enclavada en el centro de la Habana Vieja.
Lo bueno: El tamaño de las porciones.
Lo malo: El lugar rompe con la coherencia de la zona en la que se encuentra.
Lo recomendado: La hamburguesa Americana, huevo frito, bacón, queso gouda, vegetales y vianda frita.
La nota: Un lugar recurrente en estas recomendaciones, por sus prestaciones y competencias que son diversas.
Lo bueno: El servicio a domicilio de 24 horas, si tienes un antojo de madrugada ya sabes a quien acudir.
Lo malo: El lugar es muy pequeño, pequeño, pequeño.
Lo recomendado: La Hamburguesa 3 Chinitos que contiene baguette, hamburgesa bañada al Chimichurri, bacón, jamón Visking, queso Gouda, huevo estrellado, vegetales y salsa al gusto.
La nota: Un sitio moderno, céntrico y con un servicio parcialmente en exteriores que sirve una comida ligera pero bien servida.
Lo bueno: El horario de los sábados, que lo convierte en uno de los lugares por excelencia para terminar la noche.
Lo malo: Y si es malo para alguien es para el establecimiento mismo... la competencia en esa área y para ese tipo de comida es amplia.
Lo recomendado: Sirven hamburguesa de res como Dios manda.
La nota: Con estilo y una nota de gusto, hecho con ganas. Una cafetería con aires de más y una suerte de entusiasmo contagioso a la hora de servir.
Lo bueno: El énfasis en el diseño de las presentaciones de los platos. Comer es un acto que trasciende el llevarse un bocado a los labios.
Lo malo: Se encuentra alejado de los núcleos poblacionales principales de la ciudad, lo que es una suerte para pocos y un problema para muchos.
Lo recomendado: La superhamburguesa con sus niveles y niveles de delicias.
La nota: Uno de los decanos, por así llamarlo, de este oficio de voltear hamburguesas sobre una mesa caliente en La Habana. Uno de los lugares enquistados en el imaginario colectivo cuando de este entrepán se trata.
Lo bueno: Toda la oferta está construida alrededor de la hamburguesa.
Lo malo: No es cómodo, en particular en la hora pico.
Lo recomendado: Las hamburguesas de pollo, de hecho.
La nota: Un lugar que combina mucho de lo bueno que hemos visto a lo largo de esta lista. Sencillo, delicioso, disponible justo en el momento en el que más necesitamos una hamburguesa.
Lo bueno: Su posición lo deja a mitad de camino entre los centros nocturnos más de moda en La Habana y su horario lo hace el fin, por defecto, de muchas noches de aventura.
Lo malo: También necesita hacerse más cómodo.
Lo recomendado: Más que la hamburguesa de la casa (FM), recomendamos la Hamburguesa cubana que trae queso gouda, jamón barra, cerdo asado y ají.