Quienes disfrutan de acompañar sus comidas con un buen vino o sencillamente cerrar los largos días de trabajo con una copita de tinto, cuentan ahora con la licorera del Restaurante 1830, inaugurada recientemente en la ciudad, donde encontrarán una variada representación de la milenaria bebida.
Este nuevo espacio, que incluye tanto productos de clase económica como de gama media y alta, oferta un amplio surtido de las principales regiones vinícolas, destacando la presencia de bodegas tan prestigiosas como la chilena Viñedos Concha y Toro, las españolas Pazo Pondal, Emilio Moro o Enate, Beringer y Kendall Jackson, de Estados Unidos, Trapiche de Argentina y otras no menos interesantes como Nederburg, de Sudáfrica y Yellow Tail, de Australia.
Según María del Carmen Linares, somelier del Restaurante 1830, a diferencia de otros establecimientos en los que también se comercializan estas marcas, la licorera posee mejores condiciones para su almacenamiento y conservación, además de un servicio profesional para aconsejar a los clientes en cada compra.
“Aunque estamos solo comenzando, en este espacio pretendemos tener una representación de lo más vendido y consumido en el mundo”, aseguró la especialista, para quien en nuestro país el gusto por el vino constituye una cultura en ascenso.