Se mantienen en el mismo campamento de Vuelta Corta, donde permanecerán hasta el miércoles 1ro de mayo.
Despacha la correspondencia. Entre las cartas va la famosa circular a los Jefes de Cuartel General en Campaña de la que forma parte el conocido pasaje:
(…) en el caso de que en cualquier forma y por cualquier persona se le presenten proposiciones de rendición, cesación de hostilidades o arreglo que no sea el reconocimiento de la independencia absoluta de Cuba,—cuyas proposiciones ofensivas y nulas no pueden ser más, que un ardid de guerra paro aislar o perturbar la Revolución,—castigue V. sumariamente este delito, con la pena asignada a los traidores a la Patria.
La epístola a María Miyares de Mantilla, por su parte, se refiere a las comidas de aquellos días:
¡Si nos vieran a la hora de comer! Volcamos el taburete, para que en uno nos sentemos dos: de la carne hervida con plátanos, y a poca sal, nos servimos en jícara de coco en platos escasos: a veces es festín, y hay plátano frito, y tasajo con huevos, y gallina entomatada: lo usual es carnaza, y de postre un plátano verdín, o una uña de miel de abeja.