Contexto que se agradece, entorno y coprotagonista felizmente impuesto: el panorama es un elemento relevante dentro de la experiencia que propone un restaurante. Decimos más, en más de un caso es el ingrediente clave del menú y el elemento que domina la atmósfera del lugar. Si la vista es buena, a menudo no se necesita (ni se procura) nada más.
Por ello si eres de quienes se dejan seducir por paisajes que quitan el aliento, es para ti que recomendamos 7 paisajes que debes contemplar:
Corazón del Vedado habanero y uno de los edificios más emblemáticos de la urbe, el hotel Habana Libre alberga a este restaurante en su piso 25. Quienes lo establecieron eran conscientes del paisaje que domina, por lo que construyeron prácticamente un mirador. Desde el Sierra se percibe la ciudad como un tapiz que se extiende lejos, de un lado hasta los confines de Playa, del otro hasta más allá de la bahía.
Décimo piso y penthouse de un edificio aledaño al muro más popular de La Habana, La Flauta, desde su terraza, nos muestra un paisaje dominado por el mar y el largo corredor que es la calle Malecón. De la otra borda de su planta, calle M arriba, nos confronta con la parte más célebre del Vedado en una suerte de mosaico de luces que se aprecia mejor al anochecer.
Vista desde el tercer piso de una edificación localizada en Punta Gorda, la bahía de Cienfuegos puede apreciarse en su esplendor. La perspectiva propuesta por Pelícano domina el panorama regalándonos imágenes de esa urbe que son francamente inolvidables.
Pendiente de próxima reapertura, no quisimos dejar fuera del recuento a este lugar por su paisaje citadino que (como sucede una y otra vez cuando de esta isla se trata) siempre está matizado por la presencia del mar, elemento con el que nuestra nacionalidad parece tener un permanente diálogo. Penthouse domina desde su sexto piso, esta postal del Vedado que va desde La Piragua hasta un poco más allá de la calle y letra que le dan nombre.
De muy reciente inclusión en AlaMesa, este lugar inspirado en el poema de Lorca, permite al visitante echarle vistazo largo sobre el suroeste de la ciudad de Santiago de Cuba. El Tivoli y la bahía aparecen como escapados de una fotografía.
Por una vez lejano del océano, este lugar enclavado en el mismo centro de la ciudad nos ofrece una perspectiva interesante. La loma de la calle Acosta, en 10 de Octubre lo coloca en el centro de un paisaje eminentemente urbano que es aun mucho más bello en las noches.
El FOCSA, que en su momento fuera el punto más alto de la ciudad y una de las edificaciones que el tiempo ha trastocado en símbolo a medias formal de La Habana, está coronado por La Torre. El bar y restaurante que responde a este nombre ofrece una panorámica de casi 360 grados de sus alrededores, mar y costa, ciudad y colina. Un todo fundido que apreciamos en la medida en que nos permite construirnos una imagen definitiva y romántica de nuestra capital.