Improbable, invisible y bien condimentado, el amor nos sorprende en la esquina menos justa o nos trae en este juego de gato y ratón que tan bien nos sienta (dizque porque ese mismo amor es excelente para el cutis). AlaMesa salta al ruedo, sin embargo, para echarte mano en tu interés de tomar al tal Cupido por... las flechas y cargar los dados a tu favor.
Estos que te recomendamos, son 7 lugares especiales para una primera cita.
La nota: Ubicado en lo que fuera una antigua batería de cañones, parte del sistema de fortalezas que protegía La Habana en el siglo XVIII, su ubicación estratégica y la coherencia de su amplia oferta convierte a este restaurante en una apuesta segura.
Lo bueno: La es-pec-ta-cu-lar vista de la bahía de la Habana. Su ubicación es militar y románticamente estratégica.
Lo malo: Es grande, si está vacío da esa vibra negativa que emana de los restaurantes vacíos (especialmente si son grandes), si está lleno es mucho menos íntimo.
Lo recomendado: Pida mesa con vista, con mucha vista, con toda la que pueda.
La nota: Locación de lujo, paisaje de ensueños, una casa con historia y valores arquitectónicos. A la atmósfera apropiada la complementa una cocina muy sencilla e imaginativa.
Lo bueno: La presencia del mar como co-protagonista de todo evento, insoslayable.
Lo malo: Cómo el servicio es en exteriores y bajo toldos, no es para cualquier hora del día. Un almuerzo romántico bajo el sol puede tornarse un suplicio.
Lo recomendado: Cena temprana, cerca del atardecer, culminada por un paseo por la costa. Si la otra mitad de la cita no cae con eso...
La nota: La reutilización de un espacio en desuso. Lo industrial devenido arte, lo útil trastocado en bello que a la vez es útil. El maridaje perfecto con uno de los espacios de entretenimiento más populares y novedosos de la ciudad, Fábrica de Arte Cubano. Eso convierte la visita a El Cocinero en toda una experiencia..
Lo bueno: La atmósfera, la atmósfera, la atmósfera. Desde la entrada al bar en la azotea, El Cocinero te transporta a otro universo.
Lo malo: Varias experiencias vividas nos previenen... la cocina no es el principal atractivo.
Lo recomendado: Lleve a su prospecto de pareja a ver las estrellas a través del cono truncado de la vieja chimenea.
La nota: Sobre la confluencia misma del Almendares y el Caribe/Atlántico, pone a tu disposición uno de los perfiles menos comunes de esta ciudad. Lo complementa con una cocina y un bar que no nos cansaremos nunca de alabar.
Lo bueno: La intimidad, la buena vibra, el paisaje que comienza casi bajo tus pies.
Lo malo: Más vale que tengas la aplicación de AlaMesa en el móvil porque dar con el lugar tiene su truco.
Lo recomendado: Tomar el trago de sobremesa, el digestivo, acodados sobre la baranda que da al río/mar.
La nota: Referencia permanente cuando se habla de paladares y Paladares. Uno de los rincones más ilustres de la gastronomía cubana a estas alturas, esconde una perla que bien sentará al deseo de los enamorados: su terraza.
Lo bueno: El lugar, el servicio, la comida.
Lo malo: A estas alturas de su notoriedad, resulta difícil a veces conseguir reservar, ir sin reservación no es recomendado.
Lo recomendado: Todo el paquete, no dejar nada en el plato metafórico, ni en el literal.
Café del Ángel Jaqueline Fumero
La nota: Un espacio muy singular, en efecto, no solo por el contrapunto entre gastronomía y modas, sino por la manera en que la modernidad que transpira, contrasta con el entorno de la Habana Vieja al que se integra de forma sorpresivamente armónica
Lo bueno: La atmósfera, ese encanto peculiar de mínimo café que tiene y la calma que lo convierte en un oasis en plena Habana Vieja.
Lo malo: la zona climatizada es pequeña, pero compensa con la disposición de mesas alrededor de la Plazuela de Ángel
Lo recomendado: Bueno a todas horas del día, lo recomendamos sobre todo, mucho después del atardecer cuando parece que todo el mundo ha abandonado ese rincón de la Habana.
La nota: Lo que entusiasma de La Foresta es su cocina internacional y sus pinceladas de cocina molecular. Lo novedoso está arropado en lo bello, de tal manera que el diseño del lugar juega un papel en la experiencia. Lo recomendamos sobre todo para ese tipo de salida de amigos que resulta un pretexto para encontrar espacio para enamorar.
Lo bueno: Lo mucho a proponer y explorar de conjunto con la otra persona, a nivel sensorial. Algunas de las propuestas de La Foresta aun no se pueden encontrar en otro lugar de la ciudad.
Lo malo: El lugar está bien apartado de los centros neurálgicos de la ciudad. Desplazarse hasta él puede ser complicado.
Lo recomendado: Pedir asiento en los espacios reservados que hay en el jardín.