Repasando notas acerca de hábitos alimenticios y salud, encontramos una que solo podemos calificar de alarmante: de acuerdo con un artículo de NPR, la playa y las bebidas no ligan.
Según esta publicación, las personas que se exponen al sol bajo los efectos del alcohol o mientras lo consumen, están aumentando sus posibilidades de recibir quemaduras por insolación.
Este artículo y otros similares, así como las investigaciones científicas que lo sustentan, añaden además que este fenómeno aun no del todo explicado, pudiera ser la causa de una tasa más alta de pacientes con cáncer de piel entre los bebedores habituales.
Aún no se han establecido una causa 100% probada para este fenómeno, pero los resultados sugieren que el consumo de alcohol disminuye el tiempo en el que puedes quedarte bajo el sol sin sufrir las consecuencias.
Una teoría – apoyada por la praxis, seamos realistas – que explica el fenómeno es que la gente tiende a ser más negligente cuando bebe y olvida untarse bloqueador solar. ¿La gente se vuelve negligente con la bebida…? Wow.
Agua-tibiasmos aparte, la evidencia generada por un estudio llevado a cabo por científicos alemanes determinó que tras consumir alcohol, la cantidad de rayos ultravioletas necesarios para producir lesiones en la piel – y por tanto la tolerancia de esta a dicho segmento del espectro lumínico – es “sustancialmente menor”.
Una de las explicaciones dadas, proviene de una de las variables medidas en dicha investigación: la concentración de carotenoides en el cuerpo de los sujetos del estudio. Los carotenoides son los pigmentos amarillos, rojos y anaranjados que producen las plantas y que los humanos consumimos a través de frutas y vegetales.
Estos tienen propiedades antioxidantes que pudieran estar ayudando a la piel humana a resistir los efectos de los rayos ultravioletas, por lo que un declive en su concentración generado por el alcohol sería una causa más que probable para el fenómeno. Dicho declive ya fue confirmado por investigaciones anteriores realizadas en Japón.
Nada, que a la espera de resultados más concluyentes, debemos sugerirte, lector, que si bebes, lo hagas en la sombrita y que si resulta obligatorio consumir bajo el inclemente astro rey, solo ordenes daiquirís de mango.