Si eres de los que celebra cada ocasión con entusiasmo, pero con mesura, entonces descorchas con frecuencia una botella de vino. A menudo los buenos momentos vividos te llevan a desear conservar su corcho. Por loable que sea la intención, lo cierto es que luego de una docena de fiestas épicas, los sellos comienzan a apilarse sin control ni utilidad. Acá te va un puñado de consejos respecto a qué hacer para conservar el recuerdo dándole, a la vez, utilidad.
- Hacer un llavero: Solo es necesario atravesar el corcho con un cáncamo de latón al cual acoplar el aro y las llaves. El llavero resultante pesará poco y flotará si cae en agua (lo cual puede sernos más útil de lo que nos gusta confesar).
- Hacer una pizarra de corcho: Las pizarras de corcho se usan para colgar con tachuelas, notas, tarjetas, flyers y otros impresos. Para hacer una artesanal, solo necesitas un marco con bastidor en el que pegar mitades de corchos.
- Alfiletero: Para tener una sencilla manera de conservar a mano los alfileres utiliza un corcho. De esta manera generarás menos basura y ahorrarás dinero. Pinta los corchos con dibujos y patrones para que se vean más bonitos.
- Portarretratos: Haz un corte vertical en el lado del corcho (no tienes que cortarlo a la mitad) y luego otro perpendicular generando una ranura para que sujete las fotos y ya tienes un portarretratos minimalista.
- Cuños: En una de las puntas del corcho, talla con un cuchillo la forma que desees, desde figuras geométricas y letras hasta cualquier otra cosa que se te ocurra. Basta sumergir esa punta en pintura y ya tienes un sello con el que los niños pueden jugar. Es importante el llamar la atención de los pequeños sobre el uso responsable de este último juguete, prohibir donde corresponda su empleo en paredes, piso u otras superficies no ideales para ello.
Así que ahí lo tienes, si en alguna ocasión te falta justificación indispensable para abrir otra botella de vino, ya puedes decirle a quien te mire con demasiada curiosidad: "Nada, es que he perdido mi llavero".