Una receta deliciosa y muy fácil de hacer.
Llegadas las vacaciones, período de experimentación culinaria como pocos, se hace necesario tener a mano toda clase de novedades para entretener las mandíbulas y cerebros -hambrientos de nuevas experiencias- de niños, adolescentes y también adultos. De otra manera, esta feliz pandilla nos haría la vida un yogurt (incluimos receta en la siguiente sección). Se nos ocurrió traerte una receta fácil e ingeniosa que te ayudará a lidiar con esta circunstancia.
Empezaremos por armar el tomate frito, que es ingrediente del producto final.
Tomate frito casero:
Existen diversas recetas para producir tomate frito, que varían en lo fundamental en los ingredientes y en algunos aspectos del modo de preparación.
Te recomendamos esta, entre otras razones por el nivel de detalles que otorga un valor agregado al producto final. Ahora, antes de leer el párrafo siguiente y tener un ataque de pánico, déjame aclararte que está ajustada para producir 1kg de tomate frito, lo que es una barbaridad, así que no se necesita tanto aceite de oliva. Trabaja las proporciones y olvídate de los peces de colores. Dale, hazlo conmigo...
Ingredientes: 2 kg de tomates, 2 cucharaditas de sal, 4 cucharaditas de azúcar, 125 ml de Aceite de oliva Virgen extra (aproximadamente medio vaso).
Como no vamos a pelar los tomates, es fundamental lavarlos bien. Una vez limpios, troceamos los tomates en pedazos grandes, por ejemplo en octavos, dependiendo un poco del tamaño de cada pieza.
Te recomiendo emplees una olla grande para evitar las salpicaduras (especialmente si la cocina es pequeña, en cuyo caso el caos podría tomar posesión). Vamos a verter el aceite en el fondo de la olla antes de ponerla a la candela y encima echamos el tomate, removiendo para que el aceite impregne a los trozos de tomate.
Colocamos la mezcla a llama fuerte hasta que hierva y luego bajamos la intensidad de la llama y añadimos sal y azúcar.
Al cabo de diez minutos, apretamos los trozos contra la pared de la olla con una cuchara de madera para que suelten su agua y tendremos una especie de sopa de tomate con trozos, pero con muchísima agua.
Un buen tomate frito necesita aproximadamente dos horas de fritura-cocción para evaporar el agua. Durante ese tiempo solo debemos remover de cuando en cuando para evitar que los tomates se peguen.
Cuando la mezcla esté bien espesa ya está en su punto. Hay que tener en cuenta que los pasos posteriores deben espesar aún más el tomate frito.
Una vez que esté a nuestro gusto, apagamos la candela y pasamos el tomate por un colador, ayudados con una cuchara u otro utensilio para presionar. Si tienes un pasapuré, úsalo.
No uses la batidora, porque esta tritura los pellejos, pero no los elimina, y mete mucho aire al preparado. Debe quedar la pulpa en el recipiente de recepción y en el colador o pasapuré las semillas y la cáscara.
Aprieta todo lo posible y pasa los restos varias veces para aprovecharlo al máximo.
Como te dije, la mezcla da aproximadamente un kilogramo, lo que no se vaya a utilizar puede conservarse al vacío o congelarse.
Sí, le puedes añadir cebolla, ajo, laurel y otros condimentos, sumándolos a la mezcla al inicio, pero en general se trata de tomate solo.
Se emplea también para pescados, bolognesa u otras salsas para pastas (para las que se le añade romero, orégano, etc.)
Pan de tomate y albahaca.
Ingredientes: 300 g de harina, 6 g levadura fresca, 110 g de agua, 20 g de aceite de oliva, 4 g de sal, 40 g de tomate frito casero, 7 g d Albahaca fresca.
Disolvemos la levadura en el agua y hacemos un volcán con la harina. En el centro ponemos el agua, el aceite de oliva, el tomate frito, la albahaca picada y la sal. Mezclamos los ingredientes incorporando la harina poco a poco a los líquidos hasta que se pueda amasar en la superficie de trabajo.
Una vez obtenida la masa con una textura ligeramente pegajosa, cortamos en cuatro porciones para hacer cuatro panecillos. Les damos forma en una superficie ligeramente enharinada, a continuación los ponemos sobre la bandeja del horno cubierta con un paño para dejar fermentar durante una hora y cuarto aproximadamente, o hasta que doblen su volumen.
Precalentar el horno a 200 ° C. Antes de introducir los panecillos en el horno, practicar un corte en la superficie con un cuchillo bien afilado o una cuchilla especial para este fin.
Hornear el Pan de tomate y albahaca durante 30 minutos o hasta que estén dorados, no olvidar que el color del pan es rojizo.
Cuando los panecillos estén listos, los dejamos enfriar sobre una rejilla.