Perejil cortado, mantequilla, zumo de cítricos, pesto y paprika. Gentil el sabor del jugo liberado por la mordida, clara la carne en la que el tenedor ansioso se hunde. La comida marinera es un regalo donde los hubo y acá te dejamos con 7 lugares en donde degustar estar delicias.
La nota: locación que enamora y buena mano. El Litoral es una casona frente al Malecón de Todos los Cubanos en la que el "donde" por una vez, es tanto o menos que el "qué".
Lo bueno: La decoración y coherencia, la diversidad de la oferta que se define como mediterránea pero que hace el énfasis en la comida marinera que cuela al lugar en esta lista.
Lo malo: se está convirtiendo en uno de esos lugares demasiado populares, lo que puede afectar el estándar.
Lo recomendado: visitar en la tarde y con puesta de sol.
La nota: un lugar que hace de la frescura de los productos que emplea una línea de mensaje que repite hasta dejarnos ahítos. Con toda razón. Mediterráneo es una casona de dos plantas en el corazón del Vedado que desde la decoración hasta el postre parece escapada de un fresco.
Lo bueno: el ambiente en sus mejores momentos. Es especial para ocasiones que requieran de intimidad aderezada con buena comida.
Lo malo: el servicio no ha mostrado su mejor faz cuando tiene que procesar grandes volúmenes de clientes.
Lo recomendado: la terraza en las tardes, limpia, fresca y hasta romántica.
La nota: de cabaña de pescadores a restaurante de primer nivel. Santy entrega la experiencia completa de un lugar pintoresco y auténtico. En la rivera de un riachuelo y a metros escasos del mar, ofrece comida marinera recién sacada del Atlántico.
Lo bueno: no se encuentra pescado más fresco.
Lo malo: no tienen carta menú así que literalmente puede pasar cualquier cosa.
Lo recomendado: el ceviche servido con rodajas de pan de flauta y una cuchara. Ceviche 2.0.
La nota: reciente adición al excelso catálogo de delicias que componemos en AlaMesa, este lugar recién salido del celofán y ubicado en pleno Vedado descolla por la presentación de sus platos.
Lo bueno: el excelente ambiente.
Lo malo: por el momento, le estamos otorgando el beneficio de la duda.
Lo recomendado: las croquetas de pescado con un toque de wasabi y ajonjolí.
La nota: situado en la orilla del río Almendares cerca de su desembocadura, se trata de un lugar sin pretensiones de sofisticación que graven el ambiente. Sencillo, acogedor y bien servido.
Lo bueno: tiene todo el potencial para convertirse en un clásico, sin que aun lo sea, así que apúrate.
Lo malo: necesitas mapa, brújula y un guía local para llegar.
Lo recomendado: este es otro de esos ceviches 2.0 con salsa pesto para más señas.
La nota: un lugar lleno de historias, anécdotas, recuerdos y buena mesa. Ubicado en Cojímar, que tantos buenos momentos nos debe a todos en La Habana, rincón con una mística especial.
Lo bueno: una necesaria renovación ha traído nuevas brisas al lugar... y que se permita el juego de palabras.
Lo malo: recibe puntuaciones diversas cuando se trata del servicio.
Lo recomendado: el arroz especial a la caribeña o la paella, imposible ordenar ambos, dado el tamaño de las porciones.
La nota: una casona asentada casi sobre el mar mismo, un encuentro cercano del tercer tipo con el paisaje, a la vera de una mesa. Lugar de una cocina internacional invadida por la marinería.
Lo bueno: la decoración y atmósfera tranquila y la vista al mar prometida por el nombre.
Lo malo: nuevamente puntuaciones diversas cuando de servicio se trata.
Lo recomendado: es lugar cuasi-perfecto para encuentros de alto vuelo.