El genérico "sándwich" proviene del título nobiliario del aristócrata inglés del siglo XVIII John Montague, 4to conde de Sandwich, quien solía pedir a su valet trozos de carne entre dos capas de pan para capear el hambre durante sus interminables partidas de cribbage (una modalidad de juego de cartas). Sus adversarios solían pedir "lo mismo que Sandwich" lo que generó el nombre. Sin embargo, el origen del concepto de lo que ahora es un sándwich se pierde en la historia, siendo quizá tan antiguo como el pan mismo. El sándwich consta de al menos 3 elementos, dos o más capas de pan que sirven como contenedor comestible al relleno y la pasta untable. El pan a emplear debe ser preferentemente fresco, aunque algunos modos de preparación incluyan humedecerlo y tostarlo. La pasta untable (de variada naturaleza al igual que el relleno), tiene 3 propósitos, evitar que el pan asimile parte del relleno, poniéndose zocato, añade sabor y humedece el sándwich.