Amantes de la obra de Martí, como somos, los de AlaMesa tomamos otra vez robada la palabra de varios sitios (dígase este excelente blog sobre cocina de Camagüey, este sitio sobre Martí y esta publicación sobre la provincia) para indagar sobre una receta vinculada recogida en sus escritos.
Como afirma el Dr. Luís álvarez en artículo para la Revista Senderos... Camagüey resulta, de diversos modos, una región privilegiada en la obra del Apóstol. Por ejemplo, de todas las posibilidades que la Isla podía ofrecer, Martí recoge en su obra una sola receta de cocina: la del pan patato de la zona de Sibanicú...
Incluso se refiere a la página 214 del tomo 22 de las Obras Completas en el que Martí describe:
...rallaban el boniato cocido, lo mezclaban con calabaza, o yuca, u otra vianda, o coco rallado; y luego le echaban miel de abejas, o azúcar, y manteca. Lo cocinaban en cacerolas de manteca rodeados de calor. Servía para cuatro o seis días. Así aprovechaban el boniato malo.
Otras fuentes comentan la anécdota según la cual, este plato que se afirma de puro origen mambí fue descubierto por Martí. Durante una visita a casa de un obrero en Cayo Hueso le fue servido sin qué él pudiera identificar de qué se trataba. Tocó a Serafín Sánchez el explicarle que este pan patato era comunmente consumido por los mambies durante la Guerra de los Diez Años. Según la leyenda, Martí tomó un buen pedazo, y, después de saborearlo, exclamó:
¡Esto es delicioso comerlo, y santo rememorarlo, entre los que tendrán que llamarse camaradas!
Todo ello refuerza la teoría de Ávarez que en su escrito para Senderos se pregunta por los motivos de nuestro Héroe Nacional:
¿Por qué lo hace? Pues formaba, posiblemente, parte de su proyecto, no terminado nunca al parecer, de escribir una historia de la Guerra de los Diez Años, para lo cual se documentó cuidadosamente, y ello incluyó indagar qué comían los mambises en el Camagüey insurrecto. Su investigación sobre la Guerra Grande en Puerto Príncipe fue, en efecto, minuciosa. En los fragmentos contenidos en el tomo 22 de las Obras completas, de los que se supone que corresponden a un período comprendido entre 1885 y 1895, aparecen notas de singular interés, presumiblemente tomadas para el mencionado estudio histórico.
Visto lo anterior, convendrás, lector, en que solo nos falta la receta detallada para cerrar esta nota. Afortunadamente, la vicepresidenta de la Asociación Culinaria de Camagüey, Lic. Yudeini Pérez Mauriño nos provee de una versión actualizada y con ligera modificación (agradecemos el toque de cambiar manteca por mantequilla).
Ingredientes
1500 g de yuca, 1000 g de boniato, 750 g de calabaza, 2 tazas de coco rallado, 115 g de mantequilla, 10 g de sal, miel de abeja al gusto y 500 g de azúcar refino.
Preparación
Rallar el boniato cocido, se mezcla con calabaza o yuca y el coco. Disponer de la Miel de abejas o azúcar y mantequilla
Elaboración
Se dispone de un molde al cual se le unta la mantequilla, se mezclan todos los ingredientes elaborando una masa homogénea la cual se coloca en este molde, se introduce en el horno por espacio de 20 minutos.